Cuando la relación empieza a deteriorarse y se llega a un límite donde no se aguanta más y no se ve salida, es el momento de plantearse la posibilidad de necesitar la orientación de un profesional.

La terapia de pareja es cosa de dos y normalmente es uno de los dos el que da la voz da alarma y el otro, al menos, tiene que estar dispuesto a colaborar.

Sin embargo estos son los motivos más frecuente para necesitar una terapia de pareja.

• Sentimiento de que algo falta o que está perdido en la relación
• Imposibilidad de comunicarse adecuadamente
• Insatisfacción
• Distanciamiento afectivo
• Pérdida de intimidad y deseo sexual
• Impacto negativo de la vida profesional en la relación
• Complicaciones y duelo por una separación
• Divorcio y separación
• Adaptación al matrimonio o convertirse en padres
• Infidelidad
• Celos (infundados según la percepción del otro)
• Imposibilidad de dejar el pasado atrás
• Posturas de invalidación o desprecio hacia el otro
• Problemas con familias de origen
• Dificultades de compromiso
• La rutina y la monotonía
• Conflictos cotidianos

La duración de esta terapia de pareja depende del problema que se presente y todo ira mejorando dependiendo de la motivación que tengan de poder sanar.

A veces basta con tres sesiones para poder ver resultados favorables y otras veces es necesario un seguimiento más profundo.

La sesión se aborda desde un enfoque terapéutico y holístico, observando desde la primera sesión cuales son los puntos de fricción para obtener el trabajo clave que debe realizar la pareja.

Mas que una terapia como tal, esta sesión logra capturar el trasfondo del problema sin mayores preámbulos para que sea expuesto y resuelto lo antes posible.